Respiro, te miro, pero la conciencia me recuerda que te pareces a él, e imagina lo que mi cabeza me hace recordar... vienen a mi mente muchas historias llenas de dolor y felicidad a la vez, pues no todo en la vida es sufrir.
Entonces algo distrae mi pensamiento y logro sentir un escalofrío en mi piel cuando me rozas con tus manos, no sentía algo así desde hace mucho tiempo, e intento asimilarlo... cuando llego a casa, ordeno las ideas y solo le pido a quien tenga que pedírselo, que no me haga verte de nuevo.
Quizás prefiera no verte para no sufrir a pesar de saberte inocente de mis desdichas, antes de volver a verme en esa situación otra vez, quiero no tenerte delante de mi... ¿O quizás si tenga ganas y sea una coraza?... Nunca lo sabrás... pues no te lo voy a confesar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario