Recuerdo el jersey verde que tanto odiabas, me preguntaste mil veces, ¿pero otra vez te pones eso?, la ultima vez que lo hiciste, no sabía muchas cosas, las cuales tenía derecho a saber…
Tus reproches me dolían, tus palabras me quemaban como si ardiera fuego en mis entrañas y no hubiera manera de apagarlo … pero al final se va consumiendo y se convierte en cenizas…
La despedida fue tan dura, me faltó tu abrazo, me faltó tu beso… y entre tú y yo solo quedó un maldito cristal…